Alicia Milla para el periódico Qispinqa
"Estamos preparados para cualquier eventualidad", fue lo primero que nos contestó. Para luego informarnos que el colegio recibe el asesoramiento de Defensa Civil, a través de charlas por parte de sus representantes, así como de un conjunto de valiosas recomendaciones. La directora nos precisó que el centro de educativo cuenta con un plan de evacuación, el mismo que consiste en la formación de brigadas con los profesores, y en la señalización de las zonas de evacuación.
El colegio, añadió, posee un plan de contingencia, y una llave que anula el corto circuito, lo que reduce al mínimo las posibilidades de incendio. Claro que, por seguridad, el colegio tiene extinguidores de fuego. "Se han puesto las pilas este año" fue una de las últimas palabras que recalcó.
Lamentablemente, la realidad de un número importante de centros educativos de la localidad es distinta. Tanto así que, el año pasado, tras la inspección realizada por Defensa Civil, se recomendó la clausura de 40 colegios de Ventanilla. Y aún hoy en día, es posible observar colegios con múltiples carencias en materia de seguridad (por ejemplo, el uso de cinta y no de mica en las ventanas), pero que pese a ello continúan funcionando y concentrando alumnos con el consiguiente riesgo para los jóvenes, los docentes y los auxiliares.
La pregunta que nos hacemos es ¿cómo así tales colegios alcanzaron la certificación de lugares seguros?
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