Perú en las eliminatorias

Transcurridas siete fechas, los resultados alcanzado por la selección peruana no dejan de sorprender.

Algunos partidos fueron adversos. Sufrimos derrota ante Chile, Ecuador y Uruguay; ante estos últimos, incluso de manera contundente: 5-1 y 6-0. La afición aún espera explicaciones.
Tuvimos distinta suerte en otros compromisos. Con Paraguay empatamos 0-0 en la primera fecha; en la tercera fecha, igualamos a un gol por lado con Brasil, mediante un gol de Vargas; medimos fuerzas con Argentina, con score 1-1 y gol postrero de Fano; empatamos con Colombia y, al fin, le ganamos a Venezuela.

Una idea común en el mundo deportivo dice que nuestros seleccionados sólo se "rajan" cuando enfrentan a los "grandes", y ello porque saben que los principales equipos de Europa están pendientes de tales eventos futbolísticos. Nosotros diremos que existen excepciones, como el caso de Vargas, Solano y Guerrero, quienes vienen a la selección a darlo todo por ésta.
Pareciera que se hubiera pedido ese compromiso con la blanquiroja que identificaron a jugadores de antaño, como Cubillas, Cueto, Sotil, Duarte, Leguía, entre otras estrellas de la historia del Perú, que cuando enfrentaban a otras selecciones -grandes o pequeñas-dejaban todo en la cancha, gracias a lo cual clasificamos a tres mundiales (México 70, México 82 y Argentina 86) y ganamos la Copa América de 1975.

Otro punto que influye en la baja performance del equipo nacional es la poca acertada conducción de la dirigencia deportiva. Claro está, si bien ella no ingresa a la cancha, sí organiza al equipo y le da soporte. El ejemplo más notorio, a nivel clubes, es el del Cienciano, que con el concurso de jugadores, comando y dirección técnica, logró los títulos internacionales de la Copa y Recopa Sudamericana.

Para salir de la crisis, el fúltbol peruano debería trabajar con las divisiones inferiores, y no insistir con los jugadores "extranjeros" que casi siempre vienen al Perú al término de sus carreras futbolísticas.