lunes, 13 de julio de 2009

Michael Urtecho: cómo afrontar la discapacidad, ser congresista, esposo y papá

Texto: Marylita Poma Pacheco
Video y Fotos: Marco Gamarra Galindo
Corresponsales Escolares Asignados


Trabajar en el Congreso no debe ser tarea fácil y el parlamentario Michael Urtecho Medina es parte de esta ardua tarea. Cuenta que los primeros años en el Palacio Legislativo han sido de difusión, logros y normas importantes del tema que a él tanto lo preocupa: la discapacidad en el Perú. Michael está a gusto con los logros de su trabajo “me siento bastante satisfecho, pero todavía no conforme porque faltan dos años y mucho aún por hacer” cuenta, mientras dibuja una sonrisa que recompensa las horas de trabajo en el Congreso.



Michael trabaja por las personas que, como él tienen alguna discapacidad, proponiendo nuevas leyes en beneficio de los peruanos. Sin embargo, es conciente que a pesar de su trabajo las normas en nuestro país no siempre se acatan “el Perú tiene las mejores leyes de Latinoamérica (…) pero siempre hay leyes que no se cumplen” reflexiona algo decepcionado. Es por el trabajo de este trujillano que se probó la reciente Ley 3264 “estamos felices porque justo ayer (por el jueves 02 de julio) se aprobó el último proyecto presentado en la que sancionará a los que no cumplan a la Ley General de la Persona con Discapacidad (…) Es lamentable llegar a sancionar a todas las entidades públicas o privadas que no cumplan con la accesibilidad, que no tengan el 3 por ciento de trabajadores con discapacidad, inclusive a las universidades que no permitan la reserva del 5 por ciento de las vacantes a personas con discapacidad”acotó el congresista.



“En el tiempo que laboré en entidades públicas viví la marginación e indiferencia para poder conseguir un puesto de trabajo. Cuando te presentas a una empresa en vez de ver a un empleado te ven como una carga, yo creo que esto va a cambiar con las nuevas leyes”, explica. Urtecho anhela que otros no pasen el desempleo que por muchos años él vivió, pues incluso llegó a posponer tres años su boda por falta de trabajo y dinero.

Esta indiferencia lo motivó a participar en el Concurso Anual de Proyectos del Banco Mundial en el 2003 con su proyecto denominado “El Pan de cada Día de manos de un Hermano Discapacitado” en la que ganó el tercer puesto y 18 mil dólares para la ejecución de su idea en Trujillo. Hoy, la Panadería El Pan de cada Día brinda puestos de trabajo a personas discapacitadas “por ser una panadería debemos tener cuidado por el horno y las máquinas, pero preferimos a personas sin discapacidad física, como los panaderos que son sordos y la pastelera también” narra orgulloso el congresista Michael sobre su proyecto ganador.

Nací, crecí y sigo siendo hermoso

“Nací con mucho peso, con 4 kilos 200 gramos y muy hermoso. Crecí y al año, dos, tres años con las justas me podía sostener y me caía. Todos decían que era porque estaba engordando pero seguía creciendo de hermosura” comenta auto-elogiándose el congresista cuando evoca los primeros años de su vida y del descubrimiento de la distrofia muscular que padece, una ‘rara enfermedad’ según el diagnóstico de médicos norteamericanos cuando él tenía apenas 6 años. “Tengo 39 años, parezco de 25 años y sigo siendo hermoso” dice mientras reincide en su hermosura.

Sin embargo, una de las mayores dificultades que afrontó Michael Urtecho fue su adaptación a la sociedad que hasta entonces ‘rechazaba’ a personas que como él sufrían de discapacidad y le impedía movilizarse. Es así que pasa unos difíciles años en el colegio siendo muchas veces objeto de burla entre sus compañeros. Pero un médico amigo y cercano a la familia fue quien impulsó al joven Michael a fortalecer su espíritu humano que ahora transmite “un día me dijo: Michael cuando tú entiendas que has venido al mundo sin poder caminar, por algún motivo que el hombre no sabe, tú debes entender que un ser humano vale por dos cosas; por lo que hay en tu corazón y por lo que hay en tu mente” refiere el congresista mientras recuerda que desde aquella vez cambió.

Las Claudias y Anas en su vida

“Yo nunca pensé casarme, es complicado para un discapacitado pensar: ¡me voy a casar!” cuenta mientras evoca enamoradizo a su esposa Claudia quien conoció en la Iglesia en Trujillo. Hace más de un año nacieron sus dos pequeñas Ana Claudia y Ana Rebeca, las niñas más importantes en la vida del congresista. No obstante Michael disfrutó de Ana Rebeca por 21 días en los que confiesa fueron uno de los más felices de su vida. “Antes de que fallezca mi hija me preguntaban por la situación más difícil de tu vida y yo respondía; cuando me enteré que nunca podía caminar. Pero si ahora me lo preguntan yo diría cuando perdí a mi hija, eso fue algo indescriptible, lo más doloroso y triste que pasé en mi vida” acotó. Sin embargo esboza una sonrisa mientras habla como todo papá zalamero, orgulloso de su Ana Claudia que con su año y meses cautiva su vida.

Ser congresista no es tarea fácil, decía líneas arriba. Ser discapacitado, congresista, esposo y padre tampoco es fácil. “Llego a mi casa en la noche y mi hijita se hecha encima mío, doblándome los labios, jalándome la cara. Es decir, una etapa maravillosa por la que estoy pasando (…) prefiero estar siempre en casa con mi hija y mi esposa” comenta un congresista agradecido de la vida y de las oportunidades del Dios que él tanto cree.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Es un ejemplo de superación y constancia.
Sin embargo, hay que ver que proyectos de ley presenta, su viabilidad o no, y sus intervenciones en el hemiciclo del congreso.